martes, 9 de julio de 2013

AMIGDALITIS

La amigdalitis es la inflamación de las amígdalas, popularmente llamada "anginas", normalmente debido a una infección causada por virus o por bacterias, que afecta a la mucosa de la garganta, y cuando afecta también a la faringe causa la popular "faringitis".
La función de las amígdalas es la de proteger el tracto respiratorio superior de posibles infecciones, pero, a veces, son infectadas por los mismos microorganismos contra los que luchan. Es muy frecuente en niños menores de 10 años, y en adolescentes y adultos la enfermedad es poco frecuente. Los síntomas son dolor de garganta y mucha dificultad para tragar, con lo cual los niños pequeños que la padecen suelen negarse a comer, por el dolor que les produce. Otros síntomas son garganta enrojecida, fiebre, dolor de cabeza y oídos, ganglios del cuello inflamados y mal aliento.
Cuando los síntomas se alargan más de 24 horas y cuando de detecta pus en las amígdalas (unas manchitas blancas en la mucosa de la garganta) hay que consultar al médico, que dependiendo de la importancia de la infección ordenará reposo en cama, analgésicos para el dolor e incluso algún antibiótico si fuese necesario.
Existen plantas medicinales con las que podemos aliviar el problema a base de gargarismos con sus infusiones. A continuación les aconsejamos algunas muy efectivas.
La "verbena" (Verbena officinalis). Esta planta posee las virtudes de ser sedante, analgésica y antiinflamatoria. Haremos una infusión con cuatro cucharadas de la planta desmenuzada por litro de agua, que dejaremos hervir 2 minutos y reposar 20 minutos. Con la infusión recién hecha podemos hacer inhalaciones de sus vapores. Cuando ya esté tibia podemos hacer gargarismos, y ya fría podemos aplicar compresas mojadas con la infusión alrededor de la garganta, siempre cubiertas con otra tela más gruesa para conservar la humedad más tiempo.
El "limonero" (Citrus limon). En este caso utilizaremos su fruto, o sea, el limón, por su enorme poder antiséptico. Utilizaremos su jugo, Y haremos gargarismos con frecuencia con el zumo algo calentito con miel, y si es puro porque no tenemos miel, lo rebajaremos con agua. Y si nos atrevemos, con una bolita de algodón, bien sujeta al extremo de una varita fina, mojaremos el algodón con el zumo y nos daremos ligeros "toques" en la zona afectada del fondo de la garganta (operación bastante desagradable, pero muy efectiva para curar la infección).
El "tomillo" (Thymus vulgaris). Esta planta es uno de los mejores antibióticos naturales que nos ha dado la naturaleza. Haremos una infusión con 4 cucharadas de la planta desmenuzada por litro de agua. Cuando esta la infusión recien hecha podemos hacer vahos e inhalaciones con el vapor que desprende, luego ya más enfriada haremos gargarismos bucales que nos harán comprobar su eficacia contra la infección.

La "capuchina" (Tropaeolum majus). Aquí tenemos otra planta con inmejorable poder antibiótico natural. Efectuaremos una infusión con tres cucharadas de la planta desmenuzada (hojas, flores y frutos) por litro de agua, y cuando ya esté enfriada haremos gargarismos con la infusión, varias veces al día. También podemos tomarnos alguna tacita bebida de esta infusión, con un poquito de miel, lo cual ayudará a combatir mejor la infección.
La "lavanda", también llamada "espliego", (Lavandula angustifolia). De gran poder antiséptico y sedante, haremos una infusión con 4 cucharadas de flores por litro de agua, que dejaremos reposar 15 minutos, y de la cual haremos gargarismos varias veces al día, cuando ya se haya enfriado. Dado que es una planta muy efectiva para los problemas del sistema respiratorio, no estaría de más tomarnos alguna tacita con miel, pero un poco más ligera, o sea, rebajando la infusión con un poco de agua.

Fotografías originales. Autor: José Romero.