jueves, 28 de julio de 2016

PIURIA

Es la presencia de pus en la orina.
La piuria suele ser signo de una infección e inflamación del riñón o las vías urinarias.
Lo indica la presencia de glóbulos blancos (células purulentas) en la orina.
Se realiza un examen microscópico y un cultivo de la orina en busca del microorganismo responsable de la enfermedad con el fin de administrar los antibióticos más adecuados al tipo de infección.
Hay casos en que la piuria aparece en ausencia de microorganismos, lo que puede indicar la presencia de una inflamación del riñón producida por otra causa.
Existen plantas medicinales que, en estos casos, pueden ayudar muchísimo e incluso curar este problema. A continuación les recomendamos algunas de ellas.

Fotografías de José Romero.


La "centinodia" (Polygonum aviculare).
Centinodia.

Centinodia.
Esta planta, además de otras muchas propiedades, es un buen diurético que facilita la eliminación de las toxinas del organismo e impide la formación de piedras en el riñón. Haremos una decocción con la centinodia troceada (más efectiva cuando está en flor) a razón de 40 gramos por litro de agua, que dejaremos hervir 6 minutos y reposar otros 15 minutos. Después de colar la decocción nos tomaremos de 3 a 4 tacitas al día endulzando a gusto, y sin ningún temor pues la planta carece de toxicidad alguna.



La "cola de caballo" (Equisetum arvense).
Cola de caballo.

Cola de caballo.
Planta muy popular y reconocido e importante diurético que facilita la eliminación de toxinas, proporcionando una micción cómoda e indolora. Utilizaremos los tallos estériles troceados en infusión, a razón de 40 gramos por litro de agua, que dejaremos hervir 5 minutos y reposar otros 15 minutos. De esta infusión nos tomaremos 3 tacitas al día añadiendo unas gotitas de zumo de limón.



La "gayuba" (Arctostaphyllos uva-ursi).
Gayuba.
Esta planta es uno de los más prodigiosos remedios naturales para curar las infecciones urinarias.
Haremos una decocción a razón de 30 gramos de hojas secas y troceadas de gayuba por litro de agua, que dejaremos hervir 6 minutos y reposar otros 10 minutos. De esta decocción nos tomaremos 3 tacitas al día después de las comidas, y no más de 9 días seguidos, podemos descansar un par de semanas y tomar otros 9 días si fuera necesario.
Nota: Será más efectiva la toma de la decocción si tomamos alimentos alcalinos (muchas frutas y verduras) y también aguas alcalinas.



El "madroño" (Arbutus unedo).
Madroño.

Madroño.

Madroño.
Este arbusto es un excelente antiséptico urinario. Utilizaremos sus hojas. Haremos una decocción con 40 gramos de hojas troceadas por litro de agua, que dejaremos hervir 8 minutos y reposar otros 10 minutos. De esta decocción nos tomaremos 3 tacitas diarias a las que añadiremos unas gotas de zumo de limón.




sábado, 2 de julio de 2016

HERPES LABIAL

El herpes labial es un sarpullido de pequeñas vesículas que aparecen en alguna parte de los labios, la mayoría de las veces a consecuencia de haber pasado algún momento de fiebre, muchas veces desapercibida, otras después de haber pasado algún resfriado. Es algo muy molesto y doloroso, que al paso de los días se va formando una costra en los labios muy desagradable e incómoda que te impide comer con normalidad, también sonreír, pues al menor descuido se abre la costra y comienza a sangrar.
Aquí les describo una receta  muy fácil, sencilla, agradable y muy eficaz para este problema.

Fotografías de José Romero.


Para elaborar la receta utilizaremos los frutos de la "chumbera" (Opuntia ficus-indica), también llamada nopal.



Ahora vamos al grano. Cogeremos un par de frutos (higos chumbos), que estén maduros (amarillos rojizos). Los limpiaremos bien exteriormente, pues están repletos de unas pinchitas diminutas, finas como pelos, muy cortitas (2 o 3 milímetros), todo ello con muchísimo cuidado para que no se nos quede ninguna pincha clavada en la piel, pues son muy molestas y difíciles de ver y extraer.


Después de haber limpiado las pinchas pelaremos los frutos y los trocearemos en trozos pequeños.



Estos trozos los echaremos en una sartén y añadiremos un vaso (1/4 de litro) de aceite de oliva de buena calidad.
Lo freiremos removiendo bien y lo dejaremos reposar unos minutos.




Después lo filtraremos el líquido resultante (ungüento) a través de un lienzo fino exprimiendo el lienzo para aprovechar al máximo el líquido.
Este ungüento lo guardaremos en frascos de cristal oscuro para mejor conservación.


Luego en caso de que aparezcan las herpes (siempre al menor síntoma) nos untaremos el sarpullido 2 o 3 veces al día, y también después de comer.
Siguiendo estos consejos el sarpullido se desinflamará, si hay alguna llaguita se irá reduciendo por sí sola hasta desaparecer. Y si hemos comenzado a curarse desde los primeros síntomas probablemente no llegue a formarse la tan desagradable costra.

Este remedio es muy efectivo. Comprobado personalmente, así como familiares y amistades.

NOTA: Este ungüento se enrancia al cabo de unos años, pero aún así sigue siendo efectivo.